Translate

viernes, 23 de enero de 2015

Obras de Miguel Ángel Buonarroti.

Miguel Angel. Michelangelo Buonarroti



Nacionalidad: Italia
Caprese 1475 - Roma 1564
Pintor, escultor y arquitecto

Miguel Ángel es el artista con mayúsculas; pintorescultor y arquitecto, su personalidad es tan fuerte que define los cánones del genio. Michelangelo Buonarroti nació en Caprese, cerca de Arezzo, el 6 de marzo del año 1475. Pertenecía a una familia acomodada - su padre Lodovico di Leonardo di Bounarroto Simone era "podestá" de Florencia en esa localidad - que se trasladó a la capital de Toscana a las pocas semanas de nacer el pequeño. La madre, Francesca di Neri di Miniato del Sera, confió la alimentación del pequeño a una nodriza, hija y mujer de canteros, dato que será considerado por el artista como fundamental para su formación. 

Cuando Miguel Ángel tiene seis años fallece su madre; en esos momentos conoce al pintor Francesco Granicci, un mozo de 12 años que le anima a pintar, lo que no será del agrado de Lodovico Buonarroto. 

Tras algunos años de "lucha" entre padre e hijo, Lodovico da su brazo a torcer - él deseaba que su pequeño realizara una carrera administrativa o comercial más satisfactoria que la pintura - y Miguel Ángel ingresa con trece años en la "bottega", el estudio, de Domenico Ghirlandaio con quien aprendería las técnicas del fresco y desarrollaría su extraordinaria capacidad como dibujante. 

Tras una corta estancia en la "bottega" - que parece abandonar por discrepancias con su maestro - inicia estudios de escultura en el Jardín de los Médici, bajo el patronazgo de Lorenzo el Magnifico y la dirección artística del donatelliano Bertoldo di Giovanni. Estos años serán de gran felicidad para el joven ya que es acogido como hijo adoptivo por el Magnífico en el palacio Médici, donde vivía con los más destacados miembros del humanismoPolizianoMarsilio Ficino, Pico della Mirandola. 

Sus primeros trabajos escultóricos se realizan en estos años bajo la protección de los Médici. La caída de la familia gobernante de la ciudad, a la que contribuyó decididamente la actuación del clérigo Girolamo Savonarola, provocó la huida del joven artista, primero hacia Venecia y después a Bolonia, donde estudió las obras de Jacopo della Quercia

En el invierno de 1495-1496 regresa a Florencia, donde trabaja para Pierfrancesco de Médici, también simpatizante del gobierno popular dirigido por Savonarola al igual que Miguel Ángel. En estos años juveniles manifiesta ya una profunda admiración hacia la anatomía que le llevará a acudir casi todas las noches al depósito municipal de cadáveres para practicar disecciones que le permitieran conocer mejor la estructura interna del cuerpo humano. 

En sus obras escultóricas de estos momentos - especialmente la Centauromaquia - muestra un dominio del movimiento y de la anatomía que no había sido conseguido por Donatello.



Proceso de trabajo.

En el mes de julio de 1496 se traslada a Roma por primera vez. En la Ciudad de los Papas recibirá el encargo de su famosa Pietà del Vaticano, mostrando su manera de trabajar en un Baco y un Cupido esculpidos para el banquero Jacopo Galli.
Pietà del Vaticano
  • Miguel Angel recibió el encargo de una Piedad en mármol del cardenal Jean Bilhiéres de Lagraulas con destino al Vaticano. Orgulloso de su obra, la firmó en la banda que cruza el pecho de la Virgen, en letras capitales. Una Madre juvenil que sostiene sobre sus rodillas el cuerpo muerto del Hijo, sin insistencia ni en uno ni en otro en expresionista dolor torturado, ni en realista diferencia de edades, constituye una de las más serenas definiciones plásticas de la belleza neoplatónica, de la mansedumbre consciente del humanismo cristiano. También en lo formal, con los dos cuerpos insertos en una pirámide cerrada y equilátera, es un paradigma insuperable de la racionalización abstracta desvelada por Wölfflin para toda creación clásica.
Baco.

De regreso a Florencia realizó el David y la decoración de la Sala del Consejo del Palazzo della Signoria, siendo el encargado de elaborar la Batalla de Cascina que compitiera con la Batalla de Anghiari encargada a Leonardo. En el boceto demuestra una vez más su obsesión por el desnudo, que será modelo de un buen número de artistas jóvenes por aquellas fechas. Ambas obras han desaparecido por desgracia.



David.
  • Con este gigante de más de cuatro metros de alto, Miguel Angel superó todo el legado plástico de la estatuaria antigua, con la poderosa energía concentrada, la cabeza grandiosa de mirada altiva ydonatelliano rictus, la mano robusta y algo exagerada, y cierta disposición en zigzag del cuerpo a la vez reposado y tenso. Aunque en principio estaba destinada a decorar la fachada de la catedral florentina, se colocó ante el palacio de la Señoría por consejo de una comisión nombrada al efecto de la que formaron parte Botticelli y Leonardo, y el pueblo de Florencia la consideró como monumento al triunfo de la democracia sobre el poderío de los Medicis.



En 1505 el poderoso papa Julio II reclama a Miguel Ángel que regrese a Roma ya que le va a encargar una tumba con cuarenta figuras, digna de tan elevado personaje. Pero el magno proyecto se vio reducido a la realización del Moisés y los Esclavos. Los caracteres del Papa y del artista eran tan diferentes que los enfrentamientos, a pesar de la mutua y profunda admiración que se manifestaban, no tardaron en aparecer. El propio Miguel Ángel denominará a ese encargo la "Tragedia del Sepulcro".

Planos para la tumba de Julio II.


Moises, en la definitiba tumba de junio II.

  • La primera idea, nacida de la decabellada soberbia del papa Julio II, de alzar su sepulcro a cuatro fachadas en el centro de la nueva Basílica de San Pedro que había encargado a Bramante, únicamente quedó reflejada y también desplazada a otra basílica más modesta, San Pietro in Vincoli, en la grandiosidad del Moisés, que en principio iba a ser acompañado por tres Profetas sedentes, a más de los Esclavos o Prisioneros y otras figuras alegóricas. No sólo preside todo el conjunto del sepulcro-retablo por la magnitud de su escala que deja enanas las figuras del Pontífice y de la Madonna del cuerpo alto, las figuras alegóricas de Raquel y Lía -vida contemplativa y vida activa, según los exégetas-, sino también por la fiereza de su mirada en la que destella la terribilitá miguelangelesca.



Los esclavos.

Será el mismo Julio II quien también le encargue su obra maestra: el techo de la Capilla Sixtina, a cuya decoración dedicará cuatro años, entre 1508 y 1512. El trabajo fue agotador ya que no contaba con ningún ayudante y puso de manifiesto el fuerte carácter del maestro agravado por su insatisfacción característica, la escasez de honorarios y las numerosas demandas de ayuda que recibe de su familia, especialmente de su hermano Buonarroto. Es significativo el texto de una carta que escribe a su padre en enero de 1509: "Hace un año que no recibo un céntimo del papa y no lo pido porque mi trabajo no va adelante como creo que merece. Esta es la dificultad del trabajo y el no ser mi profesión. Pierdo tiempo sin provecho. Dios me asista". En una nueva carta se reafirma en sus opiniones al manifestar: "Sigo aquí disgustado y no muy sano, con gran trabajo, sin gobierno y sin dineros".





Mira esta obra realizada al fresco por Leonardo da Vinci

 Verson de la pelucila Viridiana de Buñuel.





Tras el fallecimiento de Julio II en 1513, sus herederos reducen el proyecto de sepulcro, lo que supondrá un importante varapalo para el maestro. Los viajes son continuos y tienen como punto de destino Carrara, donde se sentía tranquilo y sosegado junto a la familia con la que se crió. 

El papa León X le encarga la decoración de la fachada de san Lorenzo en Florencia - obra que quedará inconclusa -, realizando también los planos de la Biblioteca Laurentina y las Capillas Mediceas, donde se alojarían las tumbas de Giuliano y Lorenzo de Médici con las famosas estatuas de la Aurora y el Crepúsculo y la Noche y el Día.

Biblioteca Laurentina





Capillas Mediceas


Estos años trabajará para el gobierno de la República de Florencia como ingeniero militar, siendo nombrado en 1529 "gobernador general de las fortificaciones" y trasladándose a Pisa, Livorno y Ferrara para comprobar el estado de sus murallas. 

En 1534 Miguel Ángel se instala definitivamente en Roma, donde realizará elJuicio Final, en la Capilla Sixtina, por encargo del papa Paulo III, quien le nombra pintor, escultor y arquitecto del Vaticano. En el Juicio Final, Miguel Ángel exhibirá su admiración hacia la anatomía que le llevará a desnudar al propio Cristo, anticipando con sus figuras el Barroco. Pero la reacción moral no se hizo esperar y ya en vida del maestro se empezaron a tapar los cuerpos, siendo Volterra uno de los encargados.



Los pleitos con los herederos de Julio II para la ejecución de la tumba se suceden llegando a situaciones límite de las que salió airoso gracias a la ayuda del papa. Llevará a cabo los frescos de la Capilla Paolina inmediatamente después de acabar con el Juicio, una vez resueltos sus problemas con los herederos de Julio II, consintiendo éstos en la renuncia del maestro a la ejecución de los trabajos y admitiendo la colocación del Moisés en el nuevo proyecto. 

Desde 1546 Miguel Ángel se dedica especialmente a la arquitectura; tras fallecer Antonio da Sangallo asume la dirección de las obras de la basílica de San Pedro del Vaticano, compaginando los trabajos con el diseño de la escalinata del Capitolio y el Palacio de los Conservadores.


cupila previa en la catedral de Florencia:
En estos años mantendrá una encendida amistad con la poetisa Vittoria Colonna, mujer de místico temperamento que llevará a Miguel Ángel a expresar en sus obras y escritos una dolorosa fe, manifestando un ineludible deseo de penitencia. 

La fama del maestro alcanzó elevadas cotas en los últimos años de su vida, siendo nombrado "jefe" de la Academia de Dibujo de Florencia. Vasari, en sus famosas "Vidas", y Ascanio Condivi, con su biografía, le encumbrarán. 

El artista de la "terribilità", que definiría el último Cinquecento, fallecía en Roma el 18 de febrero de 1564 a la edad de 89 años. Su sobrino Leonardo llevará en secreto el cadáver del genio hasta Florencia en el mes de marzo, celebrándose solemnes funerales por su alma en la iglesia de San Lorenzo, antes de ser enterrado en Santa Croce. 

La ajetreada vida de Miguel Ángel fue llevada a la novela por Irving Stone en "El tormento y el éxtasis" sirviendo de base a una película con el mismo título.

Texto en: http://www.artehistoria.com/v2/personajes/2750.htm




Curiosidades:


El 21 de mayo de1972 La Piedad de Miguel Ángel expuesta en la basílica de San Pedro, fue atacada a martillazos por un turista de origen húngaro, que consiguió eludir a los vigilantes. Laszlo Toth, que tenía graves problemas mentales, golpeó la escultura quince veces desprendiéndose cincuenta fragmentos.



Del manifiesto “No más obras maestras”:

¿Quién fue Laszlo Toth? Toth fue un biólogo australiano de 31 años.

El 21 de marzo de 1972, mientras una multitud esperaba la bendición del Papa, Toth pudo huir de la vigilancia de los hombres vestidos de negro, se subió a la barandilla de mármol delante delante de la Capilla de San Pedro y arremetió, martillo de embutir en mano, contra la Piedad de Miguel Ángel de 473 años de antigüedad. Durante los quince golpes que tuvo tiempo de dar hasta que fue detenido por la policía, Laszlo Toth gritaba: ¡Yo soy Jesucristo! ¡Yo soy Jesucristo!

La foto es de The Times 22/03/72


A Biagio da Cesena, maestro de ceremonias del papa, le parecía "muy indecoroso que se hubiesen pintado en un lugar tan respetable toda esa cantidad de desnudos, mostrando sin pudor sus vergüenzas, y que no era una obra propia de la capilla de un papa, sino para una sauna (stufe) o una hostería." Los stufe eran baños públicos donde se podía contratar los servicios de "señoritas de compañía". En definitiva, Biagio da Cesena le estaba llamando finamente a Miguel Ángel "pintor de burdel". ¿Y qué hizo Miguel Ángel? Vengarse de él retratándole de esta forma en su Juicio Final.
Miguel Ángel representa a Biagio como Minos, rey cretense que mandó construir un laberinto para encerrar al minotauro. Una vez muerto, Minos se convirtió en uno de los tres jueces del infierno. Dante le describe en su Divina Comedia como un ser monstruoso con una larguísima cola que utilizaba para indicar a los condenados a cuál de los nueve círculos del infierno estaban destinados. Por ejemplo, si Minos se enroscaba la cola a su cuerpo dando dos vueltas, como hace en la imagen de Miguel Ángel, el condenado debía quedarse en el segundo círculo del infierno. Y si la cola daba nueve vueltas, ya se podía ir preparando para un cara a cara con el mismísimo Satanás. La cola que describe Dante se convierte aquí en una serpiente, probablemente por asimilación con la de Adán y Eva. Para enojar un poco más a Biagio, Miguel Ángel le añadió unas orejas de burro para dejar bien patente su ignorancia.
La reacción de Biagio da Cesena al verse así retratado la conocemos gracias al humanista de la época, Lodovico Domenichi. Por lo que nos cuenta Lodovico, el papa Paulo III, que estaba hasta cansado de oír las quejas de su maestro de ceremonias (ch'egli l'importunava pur tuttavia, dice literalmente), le contesta de esta forma: "Biagio, usted sabe que Dios me ha dado potestad sobre el cielo y la tierra, pero mi autoridad no se extiende al infierno. Ya que no puedo liberarle, deberá tener paciencia". Pero la sorpresa saltó cuando se restauró el fresco del Juicio Final y se eliminaron muchos de los repintes que se habían hecho para censurar tanto "desnudo indecente". La figura del rey Minos sufrió una ligera transformación que no debió gustar nada a Biagio.


EJECUCIÓN:

¿Sabías qué...? La decoración artística que tan bellamente adorna el techo de la Capilla Sixtina, obra maestra del granMiguel Ángel Buonarroti, fue realizada con la compleja técnica del Buon Fresco o Fresco Buono. La difícil técnica pictórica, que no deja margen para el error, ya que debe realizarse en tan sólo una jornada de trabajo, —apenas ocho horas—, antes de que el techo seque, tiene la particularidad de que, mediante una reacción química, los pigmentos penetran en la superficie del techo formando parte del mismo y volviéndose indisolubles al agua. La diferencia con respecto al Fresco Secco es que como su propio nombre indica, las pinturas han de aplicarse sobre el enlucido ya seco.

La técnica del Buon Fresco está basada en una reacción química conocida como carbonatación. "Los pigmentos mezclados con agua de cal, se aplican sobre una argamasa reciente, de cal y áridos, mientras la cal está aún en forma de hidróxido de calcio. Debido al dióxido de carbono de la atmósfera, la cal se transforma en carbonato cálcico, de manera que el pigmento cristaliza en el seno de la pared. Así, mientras que en la mayoría de las otras técnicas pictóricas la pintura —queda en la superficie—, en el fresco, la pintura queda "incrustada" en el interior de la superficie preparada, con lo que conseguimos que esa pintura no pueda ser alterada".

La antigua bóveda de cañón de la Capilla Sixtina, —que estaba decorada con una sencilla pintura de color azul tachonada de estrellas y que representaba el firmamento, obra del pintor Pier Matteo d’Amelia—, fue preparada por Miguel Ángel mediante varias capas de cal y árido. La primera capa de cal se mezclaba con arena y las sucesivas con una mayor concentración de cal hasta conseguir una superficie completamente lisa mediante una espátula. Sobre la última capa de cal, la más fina y aún fresca, se aplicaban los colores. Miguel Ángel, quien también tuvo grandes dotes de ingeniero, ya que creó un andamiaje especial para realizar los frescos que debía permitir seguir con las misas previstas cada semana, utilizó plantillas a escala real de las diferentes escenas y los personajes que representan la Génesis, Biblia o Antiguo Testamento.

Las plantillas realizadas sobre papel, que le simplificaban enormemente el trabajo a Miguel Ángel, —dado que la técnica del Buon Fresco requería de actuar con bastante destreza y rapidez antes de que secase la superficie de yeso—, consistía en perforar las líneas del dibujo mediante una serie de puntos, para posteriormente, con un spolvero, al pasarlo por encima del papel agujereado en la superficie del techo, el dibujo original quedaba marcado en el enlucido como guía para el artista. Además, aparte de que es una técnica que no permite retoques, otra de las dificultades añadidas del Buon Fresco es que debido a la reacción química del pigmento con la cal, al secarse, los colores aplicados cambiaban de tonalidad, de modo que Miguel Ángel hizo muchas pruebas y tuvo que intuir muy bien como iban a quedar los colores después de secada la superficie, ya que de lo contrario, si había algún error, tenía que raspar y empezar de nuevo.

Para hacernos una idea de lo dificultoso del dominio de la técnica del Buon Fresco, se le resistió al propio Leonardo da Vinci. "La Capilla Sixtina debe su nombre al papa Sixto IV della Rovere (pontífice desde 1471 hasta 1484), quien hizo reestructurar la antigua Capilla Magna entre el año 1477 y el 1480". Asimismo, a la capa de cola animal que se había aplicado siglos atrás a los frescos de Miguel Ángel, —que ayudarían a evitar el desprendimiento del techo y que oscurecieron notablemente la obra con el paso del tiempo—, le siguió una importante restauración que se llevó a cabo entre 1980 y 1994, en la que se descubrió la luz y los vivos colores que había empleado Miguel Ángel en la esplendorosa época artística del Renacimiento Italiano.

Los personajes que tan bellamente recrean la Génesis en la Capilla Sixtina fueron escenificados por Michelangelo con sus cuerpos totalmente desnudos, lo que se conoce como ignudi(desnudos), tal y como era costumbre y gusto en el Renacimiento. Sin embargo, la realidad es que ésto no gustó mucho a algunos de sus cardenales, en especial al maestro de ceremonias Biagio de Cesana, así que después de la negativa del artista, por orden del papa Paulo III Farnesio se encargó al discípulo Daniele da Volterra que cubriese las partes íntimas de algunos de los personajes con velos o "bragas", —lo que le valió el apodo de "Braghettone"—; este hecho molestó bastante a Miguel Ángel, aunque éste se vengó. Esta adición realizada posteriormente por Daniele da Volterra fue pintada con la técnica pictórica del Óleo, de modo que las nuevas pinturas no forman parte del último enlucido preparado por Miguel Ángel, sino que quedaron plasmadas de forma superficial.

La Capilla Sixtina, de unas medidas de 40 x 13,5 x 21 metros de altura, inspiradas en las del Templo de Salomón en Jerusalén, suele asociarse normalmente con el nombre de Michelangelo, sin embargo, en los muros de la capilla que sustentan la bóveda también colaboraron otros importantes pintores del Renacimiento Italiano como Perugino, Ghirlandaio o Botticelli, entre otros, quienes crearon bellísimos murales rectangulares de más de cinco metros de longitud con la técnica del fresco, tal y como se puede apreciar en la imagen superior. La monumental obra de Miguel Ángel Buonarroti realizada en la Capilla Sixtina, que fue desarrollada durante casi una década, —aunque en períodos distintos—, se convirtió no sólo en una de las mejores obras del Cinquecento Italiano, sino también en una de las obras maestras de toda la Historia del Arte. En el edificio se celebran las Ceremonias Pontificias, así como el Cónclave y la Elección Papal, tan mediática en los últimos años.



El gran artista del Renacimiento, quien se había negado en rotundo a cubrir las partes más íntimas de los personajes que tan duro trabajo le había costado realizar durante algunos años, finalmente se vengó, y Biagio de Cesana obtuvo su castigo. En el vértice inferior derecho del Juicio Final, a las puertas del infierno, el artista retrató al rey del infierno Minoscon el rostro de Biagio de Cesana. Miguel Ángel le ridiculizó representándolo desnudo, con enormes orejas de asno, enrollado en una serpiente y rodeado de monstruos, tal y como se puede apreciar en la imagen inferior. Asustado, al verse representado en el infierno, la leyenda cuenta que Biagio de Cesana acudió al papa con lágrimas y suspiros para que diese orden al Sr. Michelangelo de que borrara su horrible caricatura. Paulo III, quien por lo que se cree poseía buen humor, le contestó: "hijo mío, si el pintor te hubiese puesto en el purgatorio, podría sacarte, pues hasta allí llega mi poder; pero estás en el infierno y me es imposible".

Es muy importante señalar que, antes de pintar la Capilla Sixtina, Miguel Ángel Buonarroti sólo había realizado escultura; las más importantes hasta ese momento, La Piedad (1498-1499), en primer término, y posteriormente, El David (1501-1504). Además, la idea de que Miguel Ángel pintase los frescos de la Capilla Sixtina fue planeado por varios artistas rivales del Renacimiento envidiosos de su arte, entre ellos Rafael, quienes pensaron que Miguel Ángel no podría llevar a cabo tal inmenso reto, máxime si cabe por la dificultad añadida de que nunca había trabajado con la dificultosa técnica del fresco, y éste, sería el hazmereir de todo el mundo. El también llamado "Juicio Universal" esconde algunos detalles muy interesantes que merece la pena citar, como por ejemplo la evidente homosexualidad de Miguel Ángel, su devoción constante por la belleza del cuerpo masculino en particular, inclusive representándolo en el de las mujeres, —a quienes simplemente ponía pechos—, personajes masculinos besándose, o incluyendo a su gran amor "tardío", el joven romano Tommaso Cavalieri, con quien compartió su vida hasta el final de sus días en febrero de 1564.



Aquí tienes los estupendos trabajo que han realizado   Raquel Pedrosa García y Manuel San Román García  de 1º Eso B.